miércoles, 1 de noviembre de 2017

Al calor de la lumbre.

José Vicente Méndez en ARENALES y su gente
Hace años eran estos días propicios, para a la luz de la lumbre contar aquellos cuentos e historias de los pueblos y las gentes.
Hoy aprovechando ¨la noche de los finados¨, esa que dicen que andan los muertos por los tejaos.
Voy a contaros una historieta, que me contó alguien en una ocasión (hace años).
Como sabemos aquí los frailes carmelitas de criptana, tenían viñas y una casa cocedero con oratorio en la que fue llamada casa de ¨Los Rufinos¨. Amen, del cocero de la misa propiedad del Conde de las Cabezuelas. 
Fue en 1836, cuando la desamortización de Mendizábal sacaba a la venta los bienes de Convento Criptanense , dejando sin culto a los colonos de Arenales. Entonces el párroco de criptana, destina a un sacerdote para atender espiritualmente a aquellos vecinos, y recae en D. Lope Carvayo. 
Y a este señor le paso un caso curioso:
¨Allá, por finales de 1890 una vecina de Arenales se pega un tiro o se le escapo, mientras manejaba la escopeta de su marido. Y claro ante esto, a quien acudían los vecinos?? Pues al Alcalde y al Párroco, que curiosamente este ultimo estaba allí y dando misa. Al aviso de un vecino salió corriendo dejando a medias la celebración y a los feligreses dentro del cocero la misa. Pero llego tarde, y no quedo otra que hacer de Juez y testigo para poder levantar el cuerpo. Y por qué el? Como daban aviso al Juez de Criptana, si mientras llegan, le avisan y viene. Se pasa un tiempo, que va en detrimento del finad@. Porque luego hay que preparar el cuerpo y llevarlo trasportado en carro a criptana por aquellos caminos tan malos para darle sepultura en el cementerio de Criptana. En este caso en lo civil, porque los que se quitaban la vida o morían en condiciones extrañas no se enterraban en sagrado¨.

Hasta aquí lo que os puedo contar, en mi labor de investigación histórica no he podido reunir más datos. Para descubrir quien fue la fallecida y que fue lo que realmente paso.
Pero podéis pensar lo que suponía dar sepultura al vecino que vivía en Arenales.
En carros por aquellos caminos polvorientos en verano y embarrados en invierno. Bajo el sol y la lluvia según tocaba….

No sería hasta 1922 cuando en los 750 m2. que dono Dña. Carmen Baíllo se construyera el Cementerio de Arenales. Siendo su primera defunción la del niño Gabriel Delgado López, efectuada el 5 de febrero de 1922.

LA NOCHE DE LOS FINAOS...donde los muertos andan por los tejados.

Durante este mes se elevaban súplicas y oraciones por los difuntos y además se llevan a cabo una serie de ritos  muy en relación con estos rezos, que en muchas ocasiones llegan a resultar mágicos entrando en juego la superstición. 
Es costumbre en muchos lugares encender “lamparillas” o “mariposas”. Son una especie de mechas que se depositan en cuencos de aceite y flotan encendidas. 
En algunos pueblos de la provincia de Cuenca, me cuentan que se guarda aceite viejo y se echan en una olla, una mariposa por cada difunto de la familia, y según la tradición si se apagan antes del día dos, se dice que al finado ya lo hace falta la luz. 
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 Antaño, las campanas doblaban a “tocar a muerto”, durante toda la madrugada del día 1 al 2 de noviembre. 
Habéis puesto ya las velillas, para recordar a los que se fueron?. 
Acordaros que..."La noche de los finaos, 
en la que los muertos andan por los tejaos". 
Y mañana nada de hacer Gachas, que meten el dedete en la sarten