Hoy festividad de la Natividad de la Virgen María, en todas sus advocaciones. Me quiero parar en una de esas advocaciones que siendo de nuestro pueblo pasan desapercibidas en el día a día. Se trata de la talla de la Imagen de la Virgen de Villajos, que actualmente podemos contemplar puesta al culto en la Capilla del Santísimo de la Iglesia Parroquial. Y que toma protagonismo especial el día de la Octava del Cristo.
La imagen así a grandes rasgos, es una talla de madera, posiblemente de árbol frutal y que por sus características se puede situar a finales del S. XII ó primera mitad del S. XIII. De 101 cm. de altura y 42 cm. de anchura con grandes rasgos del románico final y que estuvo en su origen policromada.
Para saber algo de su historia nos podemos ir al archivo histórico de Campo de Criptana donde se encuentran las respuestas a las Relaciones Topográficas que mando hacer Felipe II en 1575, sobre los pueblos de España donde indica la existencia a media legua de esta Villa de una ermita dedicada a Ntra. Sra. de Villajos, donde anteriormente en la edad media existió un asentamiento llamado ¨Villajos¨, el cual se despobló junto con Quitrana y Posadas Viejas a mediados del S.XV. para con su unión formar el de Campo de Criptana.
Sin lugar a dudas podemos asegurar que en aquella pequeña ermita a la que los lugareños de Villajos prestaban cultos y devoción a esa imagen de la virgen sedente con el niño en su regazo es aquella que pasados los siglos se encontró al picar parte de un muro para ensanchar el ventanal del coro.
Del porque de su escondite en aquel muro, pudiera ser motivado por el abandono de aquellas tierras y su posterior olvido. Hasta que en el S. XVII llego por aquellos parajes el ermitaño Juan Díaz, natural de Granada, acometió la tarea de reedificar la ermita ya casi abandonada dando cobijo desde entonces a la imagen de un Cristo crucificado que según la tradición fue esculpido en la vecina localidad de Alcázar de San Juan. El cual cogió tanta fama que dejo en un segundo plano a la imagen de la Virgen, apartándose esta del culto y procediéndose así a su emparedamiento.
En lo mas profundo del santuario del Stmo. Cristo de Villajos permaneció la imagen de la Virgen hasta que el 25 de marzo de 1982 durante las obras de restauración aparecio en la zona del coro(como antes indicaba) esta imagen y otras dos posiblemente de San Juan y San Marcos. Tras este descubrimiento se procedió a la restauración de la imagen de la virgen por ser la que en mejor estado se encontraba y una vez restaurada se deposito en el Museo Diocesano de Ciudad Real donde tenia sitio preferente por su antigüedad. Pero no todo el año pasaba en aquel lugar, sino que por el espacio de 2 meses era trasladada a la Parroquia Criptanense para su admiración y culto.
Una imagen que se nos presenta bendiciéndonos en la figura del niño en la forma trinitaria (tres dedos), el cual también lleva las sagradas escrituras. Y como niño y Rey que es lleva porta su corona. La Virgen como decíamos esta sentada en forma de trono y en su mano derecha porta la manzana en forma completa sin mordedura, representando que Maria es Inmaculada, sin pecado. Y como no es cualquier mujer también lleva corona como Reina que es.
Uno de las curiosidades que seguro desconocen muchos es que a finales de los años 80 fue elegida esta imagen y advocación como patrona de la Asociación de Criptanenses Ausentes.
José Vicente Méndez Jimenez de los Galanes
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